El Tepozoco: Una zona arqueológica con características peculiares

El lago Chignahuapan era un lago con aguas limpias, cristalinas, transparentes, pulcras, así se refieren de este lago quienes lo conocieron en su esplendor, antes de 1951 que empezará su desecación.
Fuentes novohispanas también se refieren a la gran belleza de los lagos de Mesoamérica. Paisajes impresionantes de los que ahora sólo nos quedan algunas ilustraciones.
Imagine usted un lago con las aguas más cristalinas que haya visto, para estar acordes a lo que vieron los primeros colonizadores españoles, o los primeros habitantes matlatzincas. Luego imagine una porción del lago con las aguas bajas, con decenas, quizás cien o un poco más de montículos sobresaliendo, luego imagine que algunos de esos montículos o muchos están habitados, otros quizás son tipo chinampa productora de alimentos, quizás otros tienen un uso puramente ceremonial. Una imagen única.
Esa imagen es una urbanización lacustre, ignoramos quienes estaban destinados a vivir en un lugar con características tan especiales, ese lugar es Tepozoco, cuyas reminiscencias aún persisten en Atizapán, reminiscencias que no debemos permitir que desaparezcan sin que nos enseñen toda su valiosa historia.

La zona se sigue analizando y poco a poco nos va a mostrar más
información relevante. Son de esos sitios que deben ser preservados. Deben
analizarse pues pueden mostrarnos formas de vida que desconocemos y que pueden
proporcionarnos bases para entender los lugares.
Para que aprendamos a valorarlos y regenerarlos.
(22julio2021)
Por: Godofredo Oscós Flores
Leer también:
Diplomado
internacional de apiterapia